El pasado 17 de febrero, día en el que nació Gustavo Adolfo Bécquer hace 178 años, nuestro centro participó en el homenaje realizado al poeta sevillano por la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva en la Glorieta de Bécquer del Parque María Luisa. La Asociación, así mismo, quiso conmemorar el centenario de la apertura al público del parque.
Al acto asistieron el concejal delegado del Distrito Sur y la comisionada para el Polígono Sur de Sevilla. Pero el protagonismo recayó en los alumnos de los colegios e institutos que, acompañados por sus respectivos directores, profesores y padres, acudieron a la convocatoria, como: los colegios Cristóbal Colón, Manuel Canela, Fray Bartolomé de las Casas, Marie Curie y los I.E.S. Joaquín Romero Murube y Antonio Domínguez Ortiz.
Jacinto Martínez, en nombre de la Plataforma Ciudadana por los Parques, los Jardines y el Paisaje de Sevilla, abrió el acto leyendo el memorial de lamentaciones, refiriéndose a las deficiencias que padecen los parques y jardines de Sevilla, y a continuación agradeció al Ayuntamiento los arreglos y mejoras que últimamente se han realizado en los parques. Acto seguido, tomó la palabra el concejal delegado del Distrito Sur para comunicarnos que se había aprobado la instalación de una tenencia municipal dentro del parque con el fin de mantener una continua vigilancia en el mismo.
Posteriormente intervino el artista polifacético Luigi Maráez, quien dio una magnífica disertación sobre la vida de Bécquer y rogó al concejal presente que se conservara la becqueriana Venta de los Gatos.
Al llegar el turno de los alumnos, estos fueron recitando las rimas del poeta sevillano con el aplauso de todos los asistentes. Nuestras alumnas Rosana Montenegro y Rosi Montoya de 3º A, recitaron a la par este conocido y bello poema de Bécquer:
¡Los suspiros son aires y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Para terminar el homenaje, María del Mar González Rodríguez, comisionada para el Polígono Sur, colocó en el busto del poeta la flor de la sensibilidad, y todos los presentes recitaron la famosa rima del poeta: “Volverán las oscuras golondrinas”.
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